¿Cómo te sientes cuando una mano amiga te sostiene en momentos de necesidad? Ésto puede significar seguridad y estabilidad. Mas, cuando pasamos por un momento dificil y nos sentimos solas o solos; por el contrario, podríamos sentirnos arropados por el miedo, desánimo o temor.
Hoy quiero hablarte sobre una promesa que abrazará tu corazón en medio del dolor. En Isaías 41:10, nos dice: “No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa”. En este llamado especial, Dios le lanza una palabra de ánimo a sus siervos, al pueblo de Israel y les dice: “No temas, porque yo estoy contigo”. Este es un llamado de Dios y a su misma vez, una promesa.
Cuando hablamos de miedo o temor, éste surge en respuesta a algo que se podria pensar que es un peligro. El miedo y la preocupación, nos llevan a perder el enfoque de nuestra mirada en Dios. Centremos nuestra confianza en él, concentrándonos en sus cuidados de amor. Él nos dice: “Yo estoy contigo”. Su gracia es suficiente. Su poder se perfecciona en medio de la debilidad.
¡No estamos solos! Él nos dice: “No desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo. Yo soy tu Dios quien te levanta, quien te sustenta”. El desánimo también nos puede llevar a la desconfianza en nosotros mismos, la desconfianza en Dios y en un futuro, lleno de esperanza. En Dios está la fortaleza que necesitamos para decirle adiós al desánimo y al temor.
Yo no conozco tu situación, pero en su llamado, Dios te dice que entregues a él tus cargas. Entra en confianza en el taller del maestro. No importa la carga que traigas sobre tus hombros. Aún cuando sea de hoy, ayer o parte del pasado. Toma su mano, entra y confía. Es su fuerza, su Gloria, su poder; lo que nos sustenta, ayuda y levanta en medio de nuestra necesidad. Son sus planes de amor, mayores de lo que nosotros podamos imaginar. Por eso nos dice ”Siempre te ayudaré“.
La obra que comenzó, el Señor la perfeccionará en ti y en mí. Preparémonos para caminar en paz y libertad. Entreguemos hoy ese desánimo a Dios. Reemplacemos nuestra mirada de temor, por la esperanza y la confianza en Dios que nos puede llevar a sus hermosos planes de amor.
No olvides que eres un hermoso tesoro de valor incalculable. Si tienes algún comentario o petición de oración, por favor deja un mensaje y con mucho gusto estaré respondiendo el mismo. Gracias por acompañarme en Un Café Entre Princesas. Si deseas contenido adicional de bendición para tu vida, puedes seguirme en
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¡Bendiciones! Hasta la próxima,
Vilmary 🌻
¡Amén! Gracias Señor Jesús