¿Recuerdas esos años escolares, dónde la moda que implementaban las chicas o los chicos populares en el momento, eso era lo que la mayoría quería hacer? Recuerdo que en mi adolescencia, quería imitar a otras chicas de mi escuela. Quería ser como ellas, porque eran las chicas populares, las que todos buscaban y seguían. Mas sin embargo, al pasar el tiempo aprendí que lo que Dios mira es nuestro carácter, nuestro interior y cómo en nuestra relación con él, desarrollamos la belleza del corazón.
Dice en 1 Pedro 3: 3-4: No se interesen tanto por la belleza externa: los peinados extravagantes, las joyas costosas o la ropa elegante. En cambio, vístanse con la belleza interior, la que no se desvanece, la belleza de un espíritu tierno y sereno, que es tan precioso a los ojos de Dios. Es importante mantenernos cuidadas, cuidados, bien presentables. Pero nuestro exterior no determina nuestro valor o identidad. Es ese gran valor que tenemos delante de Dios, lo que nos identifica como sus hijas, sus hijos. Cuando entendemos que nuestro interior, nuestro carácter y cómo somos de bendición a otros, tiene más peso que lo que el mundo pueda estipular, todo comienza a cambiar. ¡Ese es el vestido más hermoso que podemos llevar!
Tu identidad no está en alcanzar la talla de los demás o ser como ellos. Tu significado, tu valor, tu identidad están en Dios. Identifica esos pensamientos que tienes sobre ti, pero que reconoces que no van conforme a lo que Dios piensa de ti. Contrarréstalos con lo que él reafirma en su palabra:
Soy obra de Dios. (Efesios 2:10)
Soy libre de condenación. (Romanos 8:1-2)
Soy amiga, amigo de Jesús. (Juan 15:15)
Dios me ha perdonado. (Colosenses 1:13-14)
Tengo acceso a una relación con el Señor. (Hechos 4:14-16)
Eres una gema, una perla en el corazon de Dios. Por eso eres de gran valor. Como artista, él tiene sumo cuidado de ti al guardarte en el hueco de su corazón.
No olvides que eres un hermoso tesoro de valor incalculable. Si tienes algún comentario o petición de oración, por favor deja un mensaje y con mucho gusto estaré respondiendo el mismo. ¡Gracias por acompañarme en Un Café Entre Princesas!
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¡Dios te bendiga! Hasta la próxima,
Vilmary
Amén 🙏